El pasado 27 y 28 de Octubre la localidad de El Morell (Tarragona) acogió por segundo año consecutivo una nueva edición del festival PintorRock (y con ello ya van siete) dando por solventado los problemas que sucedieron el año pasado que casi impidieron la realización del mismo. Una séptima edición que quedará marcada por haber adquirido el ciclo de madurez tras seis años de constante crecimiento y sobretodo por iniciar el festival pocas horas después de que el gobierno de la Generalitat Catalana hiciera oficial la declaración unilateral de independencia (en la que no recuerdo ningún grupo que no hiciera una alusión a ello).

En lo que se refiere a lo musical me quedaría con lo que he mencionado al inicio, ya que una vez conocido el cartel, pese a aumentar en dos las bandas que tocaron y solo repetir cuatro de ellas respecto a la anterior edición vi un cartel bastante continuista con grupos de una calidad y expectación bastante similar, aunque lo primero que me llamó la atención es lo "separados" que estaban un día del otro, me explico: El viernes pese a tocar grupos como Josetxu Piperrak o Boikot, estaba enfocado sobretodo al público más juvenil donde el mestizaje, el ska y el rap cogieron el protagonismo de la mano de Zoo, Juantxo Skalari o Riot Propaganda. En cambio el sábado excepto Mafalda ( grupo que aún no había podido disfrutar en directo y me encantó). La mala hostia de Gatillazo, Non Servium o Desakato, el rock nostálgico de El Drogas y sobretodo el único concierto cerrado en 2017 de los Segis para celebrar el 20 aniversario de la banda fueron los protagonistas de esta última jornada "pintorrockera". Mención especial para Penadas por la Ley, que a última hora substituyeron a Manolo Kabezabolo.
Ya solo queda que esperar un año para volver a disfrutar de una nueva edición del PintorRock, una edición que marcará si de verdad ha llegado a su período de madurez, o por el contrario vuelven a superarse subiendo un peldaño más, nos vemos en 2018.
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