Un año más la localidad de Juneda, ofrecía una nueva edición del festival Kalikenyo Rock. Tras presentarse con un cartel muy ambicioso ofreciendo a muchos de los grandes del punk-rock estatal, la incorporación de un segundo día, además de el cambio de recinto hacia el campo de fútbol municipal, entre otras muchas novedades. Este año prometía ser el año de consagración del festival y fue una auténtica lástima que la condiciones climáticas se llevaran la mitad de todo el trabajo de un año "por el aire" dejándonos un sabor amargo, pero como ya sabemos, contra el tiempo no se puede luchar.
Pasadas las siete de la tarde, nos plantemos en Juneda y rápidamente vimos el acierto del cambio de recinto. Un amplio parking justo al lado de la zona de acampada ubicada a escasos dos minutos caminando del espacio que ofrecía los conciertos. Tras ello fuimos a por nuestra pulsera ( apenas 2 minutos de cola) y entremos hacia dentro con la intención de disfrutar de Porretas que estaban a punto de entrar en escena.
Dejando los gustos personales que pueda tener cada uno, Porretas es uno de esos grupos que no pueden faltar en un festival. La mezcla de buen rollo, festividad y sobre todo rockanrol engancha. Sino que se lo pregunten a los aproximados 700 asistentes que habría por esos momentos, que no cesaban de bailar sonreír y cantar grandes clásicos de nuestro rock, cómo Hortaleza, Jodido futuro, Marihuana o La del fútbol.
Tras acabar el concierto de los madrileños, sus colegas de Reincidentes eran los encargados de darles relevo. Los sevillanos todo y comenzar su directo con mucha fuerza a base auténticos temazos, en mi opinión se fueron diluyendo poco a poco ( sobretodo por la inclusión de gran parte de sus últimos temas, de los que no estoy muy familiarizado) pero que acabaron solventando-lo reservándose para el final algunos de sus temas más destacados cómo Un día más, Ay Dolores o Vicio.
En este momento, estábamos apunto de llegar a la media noche, y las primeras filas estaban abarrotadas, ¿El motivo? Gatillazo estaba apunto de entrar en escena. De nada importan los casi cuarenta años que el gran Evaristo lleva en escena. En pleno "Siglo XXI", y tras enseñarnos "Cómo convertirnos en nada" sin duda está viviendo una segunda juventud, prueba de ello fue verlo sublime sobre el escenario dándolo todo para disfrute de todo el personal, en el que ni un energúmeno que no cesó de tirarle cervezas hasta que el "evas" paró para recriminarle su acción ( Mucho más educado que cuando le pasó lo mismo al Robe de Extremoduro en Tarragona por cierto) pudo empañar su actuación.

Concluido dicho homenaje entraban en escena Envidia Kotxina, los "Kotxinos" están encarando su última gira, y sin duda quedó claro que vinieron a Juneda con ganas de despedirse por todo lo alto. Dieron toda una lección de punk-rock y de potencia sobre el escenario, devuelto a pares iguales por un público que no cesaría de montar pogos y corear todos y cada uno de los temas que tenían preparados para esta ocasión, que pasarían de algunos ya muy lejanos como La Raba a los más actuales como A ras del suelo. Es una lástima que lo dejen, sobretodo al ver que tras más de 20 años siguen en forma como el primer día, pero como consuelo me quedará el buen sabor de un concierto genial en el que creo que fue el mejor grupo de toda la noche.
Los encargados de cerrar esta primera jornada de punk-rock estatal eran los Xaiko. Pese a que solo puede ver los últimos instantes de su concierto y apenas tenía referencias de ellos, me quedé con la entrega y fuerza que demostraron sobre el escenario, más aún si tenemos en cuenta que para aquellas horas ya quedaba poco para que saliera el sol.
A partir de aquí todos ya lo sabréis, cayó un buen diluvió que acarreó la suspensión del concierto de Liberum y Karbunko, para luego acabar de cancelar el festival a las 9 de la noche, tras media hora de actuación de Boikot.
Para todos fue una putada que las dos tormentas nos dejaran a medio festival, pero desde aquí me gustaría dar un mensaje de ánimo a la organización, ya que pese a ser el primer año en montar un festival de dichas dimensiones, hasta ese momento estaba funcionando todo a la perfección y lo más importante, una vez ocurrido el desastre es de admirar la rapidez y corrección con la que actuaron, abriendo el polideportivo para que la gente pudiera cobijarse tras la tempestad, además de una vez cesada la lluvia, volver a abrir el recinto montando una fiesta alternativa.
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